Es sorprendente la cantidad de personajes complejos y profundos que pueden surgir de nuestra mente cuando nos ponemos a escribir nuestro guión, cuento, cómic o novela. El secreto está en saberlos desarrollar, para que así cada uno vaya adquiriendo vida propia y manifestando su personalidad. Aunque cada quien tenga su método, existen ciertos pasos que no podés ignorar a la hora de crear un personaje que sea real y convincente. Vamos a ver entonces, en qué consisten dichos pasos.
¿Por qué es importante un personaje?
Los personajes son el instrumento principal con el que el público experimentará tu historia. Los protagonistas, antagonistas, personajes secundarios, aliados y secuaces son, por lo general, lo primero que recordamos y lo último que olvidamos después de ver una película, leer una novela o ver alguna serie. Y es que, al hablar de personajes, hablamos de acción, y es a través de acciones, que las historias se desarrollan.
Digamos que escribiremos una historia sobre la crueldad de la guerra. Tenemos una premisa, pero no suena como una historia. Por el contrario, si decimos que escribiremos la historia de Un Soldado cuya misión es eliminar a la familia del general adversario. De cumplirla logrará ser comandante de su ejército, pero pesará para siempre en su conciencia. Con esas dos oraciones, tenemos bagaje suficiente para crear una historia completa.
Y es que si lo miramos desde el punto de vista dramático tenemos los elementos más importantes: 1. PERSONAJE (SOLDADO), 2. DESEO (SER CONDECORADO) Y 3. CONFLICTO (NO QUIERE ASESINAR INOCENTES).
Desarrollemos entonces al personaje, y veremos también cómo los demás elementos de la historia, (personajes secundarios, escenarios, situaciones, etc.), también surgirán acordes a las necesidades dramáticas del protagonista.
- FICHA DE PERSONAJE: LO QUE UN PERSONAJE DEBE TENER
Los personajes pueden surgir de muchas fuentes. Se pueden originar por la impresión que otra persona nos provoca, o pueden surgir por alter egos propios de cada autor o autora. Sea cual sea el origen de tu personaje, asumo que querés que sea lo más complejo e interesante posible. Y por eso es necesario elaborar el proceso de desarrollo de personaje.
En un inicio, yo me tiraba directamente a escribir una biografía del personaje protagonista hasta el momento en que mi historia empezaba. Sin embargo, haciendo un poco de investigación, en muchos sitios web encontré el concepto de ficha de personaje. Creo que es un concepto muy útil pues te permite disponer de forma más ordenada toda la información necesaria para desarrollar y conocer a tu personaje. Veamos de qué se trata.
En términos generales una ficha de personaje es un documento donde se recoge información vital de nuestros personajes. Algunos de estos datos son: Nombre completo (con todo y apellido), datos físicos, datos biográficos, si representa algún arquetipo, cuál es su deseo, cuál es su conflicto, su papel en la historia, sus gestos, manías, etc.
Sin embargo, creo que todos estos datos se obtienen con claridad cuando ya has dedicado un par de días y quizás semanas al desarrollo dramático, por llamarlo de alguna forma, de tu personaje. Y las bases de esto son: el deseo y el conflicto. Estos son el motor fundamental de la historia, y los pilares sobre los cuales podremos edificar su personalidad, su backstory o trasfondo, entre otras características que la ficha de personaje requiere.
2. CONFLICTOS, DESEOS Y OBJETIVOS: MOTOR DEL PERSONAJE Y LOS RIELES DE LA HISTORIA.
En mi experiencia, los personajes siempre aparecen, en su aspecto visual, muy vagos. Nunca tengo una idea clara de cómo se ven desde el inicio. Siempre son como sombras o figuras difusas y cambiantes. Lo que sí procuro tener en claro es qué quiere alcanzar (o evitar) el personaje y qué se lo impide, tanto a nivel externo como interno. Esas características son básicas y fundamentales a la hora de crear un personaje sólido y con valor dramático, y permitirán elaborar una historia que genere emociones en el público.
Vayámonos con el ejemplo del soldado del inicio. A cualquier persona le gustaría ascender en su trabajo, sin embargo, en la vida militar y sobretodo en el contexto de una guerra, los ascensos se logran a través del cumplimiento de misiones. Y nuestro personaje tiene una misión muy difícil: eliminar a la familia del general adversario. Esto generará un conflicto: no lo quiere hacer. Quizás piensa que es injusto que inocentes paguen, quizás saldría mejor eliminar directamente al general adversario. Pueden existir muchas alternativas a la misión, pero no hay vuelta atrás: es una decisión tomada.
Pero ahí no acaba la cosa: de cumplir la misión tendrá un ascenso, podrá ser comandante. El enigmático superior le enfatiza: “Quien sabe, quizás logre alejarse un momento del juego sucio y la muerte. Al final, usted es inteligente y conoce la guerra. Confío en que, con alguien como usted en la toma de decisiones, quizás ayude a acabar de una vez por todas con esta guerra de mierda”.
Entonces, si vamos por orden lógico, tenemos a un personaje que desea ser ascendido, y no sólo eso, su ascenso le asegurará mantenerse alejado del campo de batalla. Sin embargo, existe un conflicto, en este caso Interno, pues obedece a los valores morales de nuestro personaje: no quiere matar a una familia que él considera inocente.
Pero, hay algo muy importante, y es que para añadir valor dramático a la historia, entre el deseo y el conflicto debe mediar un asunto de “vida o muerte.” En este caso, de negarse a cumplir la misión, puede ser acusado de subversión y ser encarcelado (muerte espiritual o moral), o incluso fusilado (muerte física).
OJO: en este caso he decidido que el protagonista no tenga probabilidad aparente de negarse a la misión, al ser advertido de que puede haber consecuencias fatales. Sin embargo, puede ser también que acepte, pues alejarse del combate supone una posibilidad de vivir. Sea cual sea el caso, es importante señalar que vida o muerte, puede ser de forma literal o simbólica.
Pero ¿quién es este soldado protagonista? ¿desde hace cuánto está en batalla y qué ha vivido para vacilar entre matar o no a seres inocentes con tal de alejarse de la guerra? ¿qué ha hecho y cuáles son sus cualidades para ser él el elegido para tan inmoral misión? y ¿qué habilidades tiene para que su superior considere que él podría acabar con la guerra de lograr un ascenso?
La respuesta está en su Backstory o Trasfondo.
3. TRASFONDO O BACKSTORY: GESTACIÓN Y NACIMIENTO DEL PERSONAJE.
En el libro El Manual del Guionista, Syd Field, sugiere escribir una biografía del personaje que termine en el momento que comienza el Guión. Sustituyamos la palabra guión por historia en general. Ahora, ¿cómo va empezar la historia? Eso quizás no lo sabemos en términos específicos. Lo que tenemos hasta ahora es el momento en que se le informa al soldado de la misión. Entonces, tomemos como punto de partida ESE momento. Por ende, la biografía, trasfondo o backstory de nuestro personaje se remontará al ANTES del anuncio de la misión.
Si tomamos en cuenta la información que ya hemos esbozado: el soldado que quiere abandonar el campo de batalla y el oficial que le dice quizás usted puede acabar con esta guerra de mierda; podríamos suponer que el conflicto bélico ya lleva un tiempo, ya ha causado desgaste en el mundo de nuestro personaje. Quizás la guerra llegó a él, y él nunca quiso ser soldado.
NOTA: A PARTIR DE ACÁ CONSTRUYO MI HISTORIA, CON EL OBJETIVO DE QUE USTEDES TAMBIÉN SE DEJEN LLEVAR PARA CONSTRUIR LA PROPIA.
Vemos a nuestro personaje, firme y sombrío frente a tres cruces. Una grande y dos pequeñas. Imagino un cementerio rural y tosco. Luego vemos a nuestro personaje caminar sobre las cenizas de una casa. Encuentra un dije con la foto de él y su familia: su esposa y dos niños. Luego se dirige al viejo horno de barro ubicado fuera de la casa. En la base de este mueve unos ladrillos y extrae un fusil FAL con mira telescópica. Lo empuña y parte hacia la montaña cubierta de selva.
Ahora sabemos que nuestro personaje tiene una herida del pasado: Su familia también fue asesinada. Paisaje rural, un crimen que queda impune. Lo primero que suponemos es que habita un país que ya está en guerra, quizás un país ocupado y un conflicto de guerra de guerrillas.
Quizás nuestro personaje se trate de un campesino, cuya tranquila vida fue sacudida por la crueldad de la guerra. Pero ojo, el hombre guardaba un fusil de guerra. ¿Por qué? Quizás estamos frente a un personaje con linaje militar. Podemos pensar que el fusil es herencia de su padre o de sus abuelos. Dotemos entonces a nuestro personaje de este linaje.
Imagino al padre: viejo militar retirado, de gran prestigio, disciplinado y estricto. Nuestro futuro soldado, en cambio, es un muchacho, quizás de 16 o 17 años, rebelde y sin interés en la vida militar. Tanto el padre como el hijo conversan poco, en monosílabos. Nuestro personaje siempre tiene la mirada puesta fuera de los altos muros de su casa.
Imagino en este momento que es muy probable que nuestro personaje haya ido a la academia militar, pero desertó… simplemente optó por seguir su rumbo, bajo sus propias normas. Eso sí, se llevó su rifle FAL y su mira telescópica. Porque si para algo era bueno en la academia, era para el tiro. Sabemos entonces, que el rifle fue robado de la Academia.
¿Qué más pudo haber pasado en el pasado de este personaje? Debemos pensar en situaciones que sean capaces de forjar su personalidad. Intuimos que es un decidido, rebelde, quizás egoísta. Pero a la vez tiene sentido de justicia y de equidad. No nos encontramos frente a un mercenario.
¿Qué situaciones podrían haber generado en nuestro personaje este sentido moral? Es posible que, en su búsqueda de individualidad, después de la academia militar, nuestro soldado haya rozado el inframundo social. Aprovechando la dureza de su carácter y su entrenamiento, se dedicó a delinquir hasta que se topó con quien le diera una lección. Quizás se trate de alguien que le haya dado una paliza tal que le haya dejado alguna marca visible.
Pienso en este momento que a nuestro personaje le hace falta un ojo. Y es posible que lo haya perdido como lección por su altanería. Tal vez en el mundo delictivo la amputación sea una especie de ritual que lo identifica como un delincuente débil, el que perdió la apuesta, o algo por el estilo. Se metió con la persona equivocada, pero se aseguró de que no fuera el ojo para apuntar.
Esa marca de desprestigio hizo que la sociedad le cerrara las puertas. Entonces nuestro protagonista tuvo que partir a algún sitio donde nadie lo conociera. Tras vagar durante días llegó a una pequeña granja donde intentó robarse unas gallinas, pero fue golpeado en la cabeza por el dueño de la granja. No obstante, el granjero lo acogió y le ofreció alimento.
En esa granja, nuestro personaje aprenderá a trabajar la tierra y se dedicará a una vida apacible, lejos de todo, sin nadie que se inmiscuya en su pasado.
Ahora, ¿y su familia? Se me ocurre, para darle más complejidad al personaje, este simplemente se haya juntado a una mujer con hijos de un matrimonio anterior.
Hablamos de un mundo violento y conservador. Algo que haga destacar a nuestro personaje podría ser que conozca a esta mujer, madre soltera o quizás con un matrimonio complicado, de la que se enamore.
Y contra todo establecimiento y tradición, decida unirse a ella a pesar de que le decían que “ya estaba jugada”. Cuando el viejo de la granja murió, poco tiempo después de acoger a nuestro protagonista, le heredó su granja y su casa. Así fue como nuestro personaje, reconstruyó su vida junto a su nueva familia, hasta que la guerra se la quitó.
4. CARACTERIZACIÓN DE UN PERSONAJE: PERFIL SICOLÓGICO Y DESCRIPCIÓN FÍSICA
Pero ya le hemos echado bastantes flores a nuestro personaje: es un decidido, francotirador innato, sabe manejar armas, con sentido de justicia y que va en contra de las reglas sociales cuando estas se oponen a su código personal. Sin embargo, también es necesario esbozar la parte mala de nuestro personaje. Para crear un perfil sicológico completo debemos pensar tanto en los aspectos positivos como en los aspectos negativos.
Un personaje con un carácter individualista durante la mayor parte de su vida difícilmente cambiará de la noche a la mañana. Es posible que nuestro personaje sea egoísta en su vida cotidiana, piensa sólo en sí mismo, lo cual le lleva a contradicciones y peleas con su pareja. Es posible también que sea irascible, y que de vez en cuando explote de forma violenta con su familia y con cualquier persona que logre sacarlo de sus casillas. A parte de esto, exige que las cosas se hagan de la forma en la que él dice y no de otra. Es orgulloso, impulsivo y manipulador.
Entonces tenemos lo bueno: justo, fuerte, decidido, hábil a la hora de la defensa y la guerra, francotirador innato. Y lo malo: egoísta, violento, autoritario, orgulloso, impulsivo y manipulador.
Ahora, tenemos que pensar en cómo vamos a mostrar o describir esas cualidades y esos defectos del personaje. Esto se hace dotándolo de manías, tics o reacciones que ilustren con acciones lo que el personaje hace, siente o piensa. No es lo mismo decir que Pedro está deprimido, a decir que Pedro mira el día pasar por su ventana, inexpresivo y sin salir de su cama.
Imaginemos ahora algunas manías y tics, o pequeños detalles visuales que tenga nuestro personaje desde el inicio de la historia.
Un buen ejercicio puede ser tomar las cualidades y defectos que le atribuimos y escribir para cada una las expresiones visuales, situaciones o frases que se nos ocurran y que las ejemplifiquen.
Por ejemplo, ¿cómo podemos mostrar su sentido de justicia? Quizás cuando alguien le advirtió que Sofía, su futura compañera, “ya estaba jugada”, este haya respondido algo como: “Yo también, y no pretendo enseñarle a nadie las reglas de un juego que no está escrito”. O quizás cuando los hijos de Sofía pelean y el mayor abusa de su fuerza, nuestro soldado le da una bofetada y dice que él es el más fuerte y él decide darle la golosina al menor.
Pero esas son situaciones muy específicas, también podemos pensar en herramientas aplicables a situaciones generales. Quizás nuestro soldado cargue un cuchillo muy filoso. Quizás alguien le pregunte si lo ha usado en combate, a lo que él responderá que lo usa para dividir y compartir lo que haya entre los que estén. Por eso está afilado, porque “la justicia requiere precisión”. Entonces ya podemos atribuirle esa herramienta de justicia, que puede utilizar en distintas situaciones a lo largo de la historia.
EL ASPECTO FÍSICO
No sé por qué se me ocurre que nuestro personaje es de raza negra. Mesomorfo. 1.8mt de estatura. Viste siempre pantalón militar y botas. Ríe muy poco, de hecho, le veremos sonreír hasta que conozca a su futura esposa. Anda rapado. Escupe siempre que termina una oración cuando está furioso. Usa patillas. Habla subido de tono, pero sin llegar a gritar. Cuando se enoja rompe cosas, golpea la mesa o las paredes. Hiperventila, las venas de su frente se resaltan. Y tiene un parche. O quizás usa lentes oscuros.
Estos son sólo algunos aspectos generales. Si quieren profundizar más sobre la ficha de personaje y la caracterización, les recomiendo este artículo que me pareció bastante útil y claro.
https://www.comoescribirjuvenil.com/como-crear-personajes/ficha-personaje/
Ahora vamos con el arco dramático de nuestro personaje.
6. EL ARCO DEL PERSONAJE O CÓMO CAMBIA A TRAVÉS DE LA HISTORIA
Todos los protagonistas experimentan cambios en el transcurso de la obra, excepto los llamados protagonistas catalizadores. Estos por lo general generan cambios en el entorno y en los demás personajes a su alrededor, sin que ellos experimenten cambios significativos en su personalidad o en su vida. Sin embargo, la mayoría de los personajes sí experimentan cambios ya sea positivos o negativos. ¿Cómo estructuramos ese cambio, también llamado arco dramático?
Hay varias formas y creo que todas se conjugan. Para empezar, debemos saber que toda narración se compone por lo general de tres grandes bloques: la introducción, el desarrollo y el desenlace.
En una estructura dramática estos componentes se respetan. Sin embargo, la transición de la introducción al desarrollo, y del desarrollo al desenlace están dadas por los puntos de giro o plot points.
En nuestra historia del soldado de élite, el primer plot point se da cuando este se involucra en la guerra. El asesinato de su familia sería el detonante, o sea la situación que motiva al personaje a actuar.
El desarrollo transcurre desde que el Soldado se involucra en la guerra. Se transforma en el guerrero de élite, es una máquina de matar sutil con una efectividad milimétrica en su afán de imponer justicia… el soldado ideal para la gran tarea final. Pero claro, se irá desgastando: a su paso sólo deja muerte, la guerra nunca termina, el ejército tampoco pareciera ser una institución muy justa, hay mucha gente dentro del mismo que bien podrían ser los mismos que asesinaron a su familia, pues son crueles y sienten gusto por matar sin motivo aparente.
El segundo plot point, podría ser cuando a nuestro personaje se le informa de la misión y este, después de pensarlo, acepta. Puede ser que sienta que nada tiene para perder, simplemente quiere estar lejos del campo de batalla. ¿Y si es cierto que será ascendido y escuchado? Recordemos que es una persona orgullosa, quizás cree que tomando él las decisiones el conflicto acabará y que todo volverá a la “normalidad”. Entonces sí, lo hará. Ya nada importa, y es la forma perfecta de venganza.
Entonces tenemos a grandes rasgos el arco dramático de nuestro personaje: un joven rebelde y aventurero, con sentido de justicia, impulsivo y con problemas de la ira que, tras verla muy mal en la vida callejera, conoce a una mujer mayor con la que sienta cabeza y se siente feliz. Pero la guerra le arrebata a su familia, y aprovechando su fuerza y destreza en tiro se va convirtiendo en un ser insensible y sin esperanza, aunque admirado por sus compañeros y temido por el enemigo. Pero al final, lo único que quiere es huir de la matanza. Tan grande es su deseo que no le importará tener que eliminar a una familia inocente.
En resumen: nuestro personaje se va degradando de un soñador justiciero a un mercenario displicente. La pregunta es ¿completará la misión u ocurrirá algo que lo impida?
Un esquema que considero eficaz, y a la vez entretenido por el contenido simbólico del mismo, es el llamado Periplo del Héroe, desarrollado paso a paso en el libro El Viaje del Escritor de Christopher Vogler. En dicho libro, se desarrolla cómo las grandes historias dramáticas desde la antigüedad hasta el siglo XX (cuando fue publicado el libro) siguen un esquema en el proceso de transformación del protagonista, conocido como periplo del Héroe.
El Periplo del Héroe, consta de las siguientes etapas: 1. mundo ordinario, 2. llamado a la aventura, 3. negación del llamado, 4. encuentro con el mentor, 5. travesía del primer umbral, 6. pruebas aliados y enemigos, 7. aproximación a la caverna más profunda, 8. la odisea o calvario, 9. recompensa, 10. camino de regreso, 11. resurrección y 12. retorno con el elíxir.
Vamos a hablar un poco sobre cada una de estas fases y cómo influyen en el desarrollo del arco dramático del personaje. Para esto tomaremos siempre como referencia a nuestro soldado.
El mundo ordinario servirá para mostrar la relación entre el protagonista y Sofía, la relación con los niños y con las demás personas del pueblo. Hago énfasis que lo más importante es mostrar al personaje protagonista y sus características y, por ende, las situaciones que conformen este mundo ordinario, deben de servir para revelarnos al personaje. Por ejemplo: la respuesta ante la mujer jugada, el sentido de justicia con los niños y otras cosas que nos revelen la personalidad del personaje principal.
Debemos también tomar en cuenta el contexto de la guerra. Quizás su esposa le haya propuesto mudarse del lugar donde viven, pues teme que un día la guerra llegue a ellos. Pero nuestro soldado, en su egoísmo y orgullo, se niega, dice que ya ha vagado demasiado para andar huyendo. Este es un primer llamado a la aventura, y el protagonista se ha negado.
Lo que sigue es la búsqueda de la venganza. Este personaje egoísta y desinteresado, pero muy consciente de sus habilidades militares buscará de nuevo a sus viejos colegas de la academia, revelando así su pasado militar, conoceremos sus problemas con la autoridad en el pasado, y su filosofía de que el ejército es una renuncia a la libertad, pero lo hará por una buena causa. Acá tenemos un primer cambio del protagonista muy típico del arquetipo del héroe: renunciar a sí mismo con un objetivo trascendente (la justicia y ¿la venganza?)
A partir de acá dependerá del giro que le queramos dar a la historia. Si nos enfocamos netamente en el desarrollo del personaje, podemos pensar que esta sed de venganza lo hará transformarse en un ser sin remordimientos. Entonces tendríamos que diseñar y plantear situaciones en las que se vaya evidenciando la degradación moral del protagonista. Sea cual sea el camino, deberían relacionarse las situaciones externas con las internas del personaje.
La entrada a la cueva más profunda podrá ser cuando se le encomienda la misión de asesinar a la familia del general. Obviamente los recuerdos de su familia aflorarán, y toda la ternura del pasado será, quizás sí o quizás no, devorada por la crueldad del presente. Por algo se llama entrada a la cueva más profunda, es el preámbulo antes de tocar fondo.
La odisea o calvario será el punto en que el protagonista pareciera fallecer. En el caso de nuestro protagonista podría ser si este cumple la misión, y el ser idealista y justiciero del inicio es consumido por la venganza ciega y el rencor. En caso contrario puede ser durante un momento de arrepentimiento catártico, estando frente a frente de sus víctimas, el nefasto mercenario muere o se transforma.
La recompensa es el aprendizaje moral o espiritual, o lo que el héroe gana: algo material. Si optamos por la tragedia, podría ser la toma de consciencia de lo que el protagonista ha perdido por sus decisiones egoístas. El camino de regreso, es el camino que emprende ese ser nuevo al viejo mundo; la resurrección es la toma de conciencia plena de la nueva persona en la que el protagonista se ha convertido; y el retorno con el elíxir sería el protagonista como instrumento de cambio en el mundo imperfecto que una vez abandonó.
Pero eso sería en el caso de una obra dramática con final feliz. La tragedia supondría todo lo contrario. El protagonista descubre sus errores, sabe que no hay camino de retorno y que la única alternativa es la muerte, pues el mundo no puede ser mejor si él sigue con vida (física o espiritualmente).
Si quieren saber más sobre el Periplo del Héroe, pueden consultar este enlace que les dejo.
En resumen, el arco dramático supone un viaje y una sucesión de cambios tanto internos como externos que el personaje va experimentando en el transcurso de la narración. Podemos imaginar que una obra, un relato, una película, novela o cómic, son como síntesis de la vida entera de nuestros personajes. Y en la vida uno se enfrenta a muchos cambios, formas de pensar, formas de actuar, formas de vestir, asociados todos ellos a nuestro desarrollo y madurez, pero también a nuestro miedos y frustraciones.
Por ende, en una narración tenemos el reto de reflejar esa lucha interna y externa de nuestro personaje queriendo alcanzar lo que quiere, y eso que quiere es algo que implica vivir o morir. Y alcanzar lo que uno quiere cuesta, y el secreto del arte dramático y la narrativa es que a los seres humanos nos gusta ver cómo sufre el personaje para alcanzar lo que quiere. Por qué no sé, quizás nos da ánimo saber que todos los seres humanos, incluso esos admirables personajes de nuestras series, películas o novelas favoritas, también sufren como nosotros.
7. ¿QUÉ TIPO DE PERSONAJE ES MI PERSONAJE?
Cuando vamos desarrollando un personaje para una historia, usualmente desarrollamos al PROTAGONISTA. El protagonista es el personaje principal alrededor del cual se desarrollará la historia. Es quien más aparece, quien más actúa, es de quien conocemos su pasado, ansiamos saber su futuro, comprendemos su conflicto y también aspiramos sus deseos. O quizás no, pero sí es con quien más conectamos emocionalmente.
Existen también otras clasificaciones de protagonistas. Los reticentes por ejemplo son aquellos que se niegan en un principio a participar de la aventura, los solitarios son aquellos que reniegan de la sociedad, con sus propias reglas y que pueden valerse por sí mismos.
También existen los antihéroes. Los antihéroes son todos aquellos que se alejen de la imagen tradicional del héroe. Son por lo general personas comunes y corrientes, que no destacan ni física ni intelectualmente, puede que incluso sean marginados o rechazados, objeto de burla incluso.
Hay otras formas de clasificar a los personajes.
- POR SU PARTICIPACIÓN EN LA HISTORIA
Primarios o principales: son aquellos en torno a los cuales gira la historia.
Personajes secundarios: son personajes que aparecen sólo cuando es necesario. Intervienen en la historia en situaciones muy concretas. Pueden aparecer más de una vez.
Personajes terciarios: Son personajes que intervienen circunstancialmente. No conocemos su historia ni su pasado. Son también personajes de ambientación.
- POR SU ROL NARRATIVO
Protagonistas: Como ya mencionamos anteriormente, son los personajes en torno a los cuales gira la historia y que, sin ellos, no puede continuar.
Antagonistas: Son los que se oponen a los protagonistas: villanos, malhechores
Tritagonistas: En esencia son los personajes que, de acuerdo con el orden de importancia, están de tercero en una historia. Son personajes que transitan eventualmente la historia, sin modificarla en su esencia.
- POR LA PROFUNDIDAD PSICOLÓGICA
Personajes planos o superficiales: son personajes sin desarrollo, no tienen una sicología definida, ni un pasado ni conflicto, pues no lo necesitan.
Personajes redondos o profundos: son aquellos que hemos desarrollado a profundidad, que tienen una biografía, que tienen un pasado y por ende tienen una personalidad, motivaciones y deseos… además de conflictos internos.
Ahora viene la pregunta ¿es importante saber la clasificación de los personajes? Creo que para términos prácticos no lo es tanto.
Creo que sí es importante definir desde un principio quién se llevará el rol protagónico de nuestra historia. En base a nuestro personaje protagonista irán surgiendo los demás personajes. Luego, dependiendo del desarrollo del personaje, y de la historia en sí, iremos intuyendo cuál personaje y cuál no merecerán tener un tratamiento más profundo, o cuáles directamente deben ser descartados.
8. ERRORES AL CREAR NUESTROS PERSONAJES
Puede haber muchos conceptos y determinaciones que indiquen qué debe y qué no debe tener un personaje. Incluso dependiendo del público y del nivel de organización de la industria del entretenimiento en tu país o región (¿mencioné antes que este blog no es para “artistas”, sino mercaderes y mercaderas con deseos lo suficientemente lucrativos como para poder pagar cuentas gracias a su oficio?) habrá criterios más o menos estrictos de cómo debe ser un personaje.
Procederé a explicar los que considero aspectos lógicos a evitar, aunque siempre pase que cometamos uno o varios, pero que vale la pena tener en cuenta para hacer las cosas mejor cada vez.
- LA PERFECCIÓN
Considero que esta es la principal causa por las cuales muchos personajes fallan. Pensamos tanto en sus atributos, en cómo resolverá las situaciones adversas, en cómo cambiará a lo largo de la historia, que muchas veces olvidamos aquellas situaciones que lo ponen a prueba o que evidencian su humanidad.
La primera excusa que damos cuando cometemos algún error es “errar es humano”. Por ende, nuestro personaje, si queremos que sea real y creíble, debe errar y equivocarse. Quizás algunos aspectos negativos de su personalidad los modifique al final de la historia, y quizás otros no. Pero que debe tenerlos, debe tenerlos.
Ya hablamos que nuestro soldado de élite es egoísta, de mal genio, quizás fumador (aunque para algunas personas eso no necesariamente es malo) pero el nuestro, fuma aún con niños presentes.
- LOS EXTREMOS
Otro error que considero importante a tomar en cuenta, son los extremos. O tenemos personajes que son demasiado buenos, y otros que son demasiado malos. Este es un error típico de las telenovelas, donde el personaje protagonista es casi perfecto, y el antagonista es tan malvado que hasta parece un chiste.
Si ya sabemos que el protagonista debe tener defectos, también debemos tener muy en cuenta que el antagonista es el héroe de su propio mundo. El antagonista también debe tener valores, un código ético, una profundidad sicológica trabajada que responda al porqué de su actuar.
Siempre hay que darle la oportunidad de defenderse al personaje, sobretodo al antagonista. Y en cada personaje tener en cuenta ponerle una de cal y otra de arena.
- MOTIVOS DÉBILES
Las motivaciones van de la mano con la personalidad de nuestro personaje. Si tomamos el ejemplo del Soldado de Élite, aún no tenemos una motivación suficientemente fuerte para que este abandonara las comodidades de su hogar y la carrera militar. Y lo más importante aún, es que debemos dejar planteados y bien descritos los momentos que lo motivaron para emprender esa acción.
Con respecto a los otros motivos: la pérdida de su familia para integrarse a la guerra y la aceptación de ejecutar la misión encomendada, son también elementos que deben trabajarse y fortalecerse para no caer en estereotipos. ¿qué significó su familia? ¿qué cambio aportó en su personalidad y en su vida la experiencia de tener una familia? ¿por qué integrarse al ejército o a la guerra resultó ser la “solución” para vengar la muerte de su familia? ¿qué situaciones vivió para degradarse tanto?
- CONVERSIÓN REPENTINA
Por lo general, los personajes y más aún los protagonistas, experimentan cambios en el transcurso de la historia. Estos cambios responden a los conflictos internos que el personaje carga en su interior. Como en todos los seres humanos, las experiencias pasadas nos hacen ser a como somos. Requiere de mucho esfuerzo cambiar patrones conductuales o cognitivos “negativos” una vez que se identifican. Nuestro personaje también debe pasar un proceso de cambio que sea creíble, que le cueste, y que sea acorde a la extensión de nuestra obra.
- ESCRIBIR SOBRE UNO MISMO
Esta sea quizás una de las tareas más difíciles que como narradores o narradoras, sobre todo si estamos iniciando, tenemos en frente. ¿El personaje se parece a nosotros? ¿el personaje es de nuestro mismo sexo? ¿el personaje camina como nosotros? ¿se dedica a lo mismo que nosotros? ¿reacciona a como nosotros reaccionamos? Si las respuestas son positivas es posible que tu personaje sea vos mismo o vos misma. Y si sumado a esto, no tiene ningún defecto, podemos asegurar que nos encontramos frente a un Gary Stu o a una Mary Sue… a quienes me referiré más adelante.
¿Hay algo de malo en que seamos nosotros los protagonistas de nuestra historia? Creo que, para empezar no, pero si queremos ser profesionales, sí.
Para empezar, hay que preguntarse ¿es nuestra intención ser protagonista de nuestra propia historia? Si la respuesta es positiva pues está bien, es decisión tuya. Pero si el personaje ha salido espontáneamente como un reflejo de vos mismo o de vos misma, pues entonces sería bueno darle un par de ajustes para que tenga una personalidad propia.
Pero la pregunta sigue siendo la misma ¿qué hay de malo en eso? El problema que identifico es que corremos el riesgo de que los personajes sean siempre iguales en cada obra que creemos. Tampoco hay un reto creativo al optar siempre por el mismo tipo de personaje. Todo el potencial que tenés de inventar, de combinar aspectos físicos y sicológicos de tantas formas distintas, lo dejás a un lado por seguir “el camino fácil”. Entonces no parece tener sentido dedicarse a algo a lo que realmente no te estás dedicando.
Es necesario dejar en claro que estos errores ocurren con frecuencia y más de una vez. No hay ningún problema en cometerlos, siempre y cuando nos demos cuenta cuando ocurran.
¿QUÉ ES UN GARY STU O UNA MARY SUE?
Gary Stu si el personaje es masculino, y Mary Sue, si es femenino. Ambos son términos acuñados en la industria estadounidense para clasificar a ese personaje perfecto, sin errores, con habilidades innatas envidiables, que usualmente es la envidia de muchos, y la admiración de otros, y por quienes los galanes o las doncellas se disputan el amor. Son por lo general alter egos de su autor o autora.
Uno puede pensar ¿existen personajes así sin que sean una parodia? Y la respuesta es sí. Harry Potter y Bella Swan usualmente figuran como ejemplos de Gary Stu y de Mary Sue.
Pero honestamente no me voy a extender más sobre esto. Aquí les dejo un link con un test (en inglés) sobre cómo saber si tu personaje es Mary Sue o Gary Stu. https://www.springhole.net/writing/marysue.htm
Quizás lo más importante de estos conceptos es que debemos cuidar muy bien la construcción y el desarrollo de nuestros personajes, tanto con características positivas como negativas. Debemos cuidar el cómo se ve, pero también el cómo actúa y el cómo piensa, porque si algo es seguro es que personajes bien construidos hay muchos, pero también existen otros muchos que, o se han convertido en la referencia de lo que no se debe hacer, o simplemente no han asomado ni la cabeza a la luz pública porque no hay ni interés ni necesidad de que lo hagan.
9. EL NOMBRE DEL PERSONAJE
El nombre del personaje es fundamental y no debe pasarse por alto. Primero que todo sería bueno pensar cuál será el significado de ese nombre, o tal vez qué queremos transmitir con ese nombre. Para esto hay muchas técnicas, herramientas y recursos. Yo acá te voy a dar algunos que considero bastante útiles.
LA SONORIDAD
El sonido es una poderosa herramienta para para plasmar en la mente de las personas algo que esperamos que se recuerde. Johnny López no es lo mismo que Martín Ferrari; o Alba Casado no suena igual que Victoria Pasos Guerra. Todos estos ejemplos podrán funcionar o no dependiendo de la personalidad y de las características del personaje, a como también de la historia.
Lo que sí es cierto es que hay sonidos, y palabras también, que denotan más fuerza que otros. La R, la T, la P, la K o la C acompañada de A, O y U, suenan a martillazos, hachazos y truenos. Tristán Kaconte es un nombre, a mi criterio, que suena, tanto poderoso como místico… quizás por la N que extiende un poco el viaje hasta llegar a la T. Tarsilia Cara también es un nombre que denota fortaleza y misterio.
Así que la próxima vez que querás ponerle nombre a tu personaje, podés tomar en cuenta el cómo se escucha para poder decidir.
ALITERACIONES
La aliteración está bastante ligada con la sonoridad. Es de hecho una figura retórica que consiste en la repetición de sonidos dentro de la misma palabra o frase. De utilizarla para nombrar a un personaje podríamos ejemplificar con: Simón Semita o Perla Polliere.
ANAGRAMAS
Los anagramas son palabras formadas por la alteración en el orden de las letras que componen otra palabra. Por ejemplo, secaren, resecan y escáner son anagramas, pues están conformados por las mismas letras.
Para Johnny López podríamos diseñarle un anagrama que lo convierta en un personaje aún más interesante, por ejemplo, León Jonphyz… que para facilitarlo podríamos escribirlo como León Jonphis.
Las posibilidades son muchas, y quizás León Jonphis no sea el nombre más interesante, pero ya la idea la tenés.
DICCIONARIOS DE NOMBRES Y TRADUCTORES
Cuando se te acaban las ideas es válido recurrir a los diccionarios de nombres y a los traductores, tipo Google. Los diccionarios te van a permitir ampliar tu conocimiento en la existencia de nuevos nombres o tal vez sólo te refresquen la memoria pues te recuerdan nombres que no te acordabas que existían.
Con relación a los traductores, estos te pueden ayudar a descubrir palabras que suenen bien, o quizás que te ayuden a formar nuevos anagramas. Si tu personaje viene de algún lugar específico del planeta o tiene antecedentes hebreos o indios, pues conocer palabras hebreas e indias te puede ayudar a darle más personalidad.
Es importante señalar que hay que ser medidos y medidas. Tampoco es conveniente poner nombres muy extravagantes pues lo importante es que sean fáciles de pronunciar y de recordar. También es importante saber de dónde viene tu personaje y en qué época vive, pues esto determinará el nombre que deba llevar. Por ejemplo, el nombre Presentación, para un hombre, era más común a inicios del siglo XX que lo que es actualmente; y el nombre Rosalía de La Fuente Montañesa Purayblanca es excesivo e innecesario. Así que hay que tener cuidado.
Más importante que cómo se llamará el personaje, es el cómo le llamarán. Un personaje puede tener nombre y apellido pero si en la obra, todos se refieren a él como El gato o La Torcaz pues ya está. Así que también los apodos son excelentes formas en las cuales tu personaje puede adquirir, finalmente, el soplo de vida que le hará abrir los ojos y andar por el mundo que vos le creés.
¿Cómo podemos llamar a nuestro personaje de Élite? Ya dijimos que es negro. En mi país, la Costa Caribe habla inglés creole y los nombres son por ende ingleses. Para hacer mención a un amigo costeño llamaré al personaje Clifford, pero todos le dirán Clif. ¿Su apellido? Tellie. Clifford Tellie, será por ahora nuestro Soldado de Élite.
10. PARA FINALIZAR: EL PERSONAJE COMO COLUMNA DE LA HISTORIA
Muchas veces para construir una historia, es importante construir primero al personaje. De hecho, puede ser una buena forma de iniciar a escribir si no se te ocurre un tema o una premisa.
Acordate que un personaje no necesariamente tiene que ser humano. Puede ser un animal, una cosa, un ser fantástico. Todo depende de lo que querás contar vos. Lo que sí es que este debe tener deseos, objetivos y conflictos. El conflicto es todo aquello que le impida avanzar para conseguir eso que quiere.
Los deseos, conflictos, virtudes y defectos, van a ser claves para que tu personaje tenga vida propia y pueda ser creíble. Tomando en cuenta esto, y desarrollándolo a consciencia, con paciencia y dedicación, seguramente vas a desarrollar también una narración dramática a cabalidad, y con el tiempo y la dedicación, sólo vas a ir mejorando en tu técnica.
Espero que les haya sido útil esta información. Dejen sus comentarios y sugerencias, que para eso estamos.
Abrazos gente.
Atte. Roberto.